Huyendo de la opresión marroquí tras la ocupación supuestamente pacífica del Sáhara Occidental denominada ¨la marcha verde¨, las mujeres saharauis cruzaron la frontera con Argelia cargadas con los niños y los ancianos mientras los hombres luchaban contra el ejercito marroquí defendiendo desde la retaguardia el éxodo de su pueblo.
Desde aquel lejano 1976, gran parte del pueblo saharaui ha tenido que adaptarse a sus supuestamente temporales asentamientos en territorio argelino en calidad de refugiados. Unos asentamientos surgidos de la noche a la mañana, que con el paso del tiempo se han convertido en verdaderas ciudades, donde sus habitantes se encuentran con problemas derivados por la falta de infraestructuras debido a su supuesto carácter temporal. Hoy en día estos campamentos únicamente se pueden mantener gracias a la ayuda y cooperación internacional, lo cual, si bien es cierto, que es indispensable y de un gran valor humanitario, también afecta de alguna manera a las costumbres, la sociedad y la cultura saharaui. La alienación cultural de un pueblo milenario que lucha por mantener sus costumbres y tradiciones.
Información sacada de: Antolinavezuela
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