Ahorrar agua. Por ejemplo, asegurándose de cerrar los grifos al terminar de usarlos o usando la ducha en vez del baño.
Ahorrar electricidad. Por ejemplo, apagando las luces y los electrodomésticos cuando no se usen o siendo moderado en el uso del aire acondicionado.
Ahorrar combustible. Por ejemplo, usando medios de transporte colectivos y no abusando de la calefacción.
Depositar las basuras y residuos en los lugares adecuados. No se deben tirar sustancias contaminantes por los desagües o por el váter.
Respetar la fauna y la flora. Sobre todo, hay que ser cuidadoso en los espacios protegidos.
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