Título: Los dos gigantes
Autor: Anónimo, es una leyenda Irlandesa
Resumen: Está historia ocurrió hace millones de años en el Norte de Irlanda, se trata de dos gigantes que eran enemigos acérrimos, esos gigantes se llamaban: Finn y Benadonner.
Aunque nunca se habían encontrado, los dos gigantes solían pelear con frecuencia: cada uno lanzaba enormes y pesadas rocas a la isla del otro, con el propósito de alcanzar a su rival, como tiraron muchas y muchas rocas se fue formando un pequeño camino de piedra en el mar, que unía las dos islas.
Un día, Benandonner, que era muy alto y tenía una impresionante corpulencia, decidió que había llegado la hora de enfrentarse cara a cara con su odiado enemigo.
Como Benandonner estaba seguro de ganar, pues, desde la distancia, Finn parecía mucho más pequeño y enclenque que él.
El gigante cruzó el largo camino de rocas sobre las aguas. Cada una de sus zancadas hacía temblar la tierra y se dejaba oír en los dominios del gigante Finn.
Aquel estrepitoso ruido alertó a la esposa de Finn, Oonagh, quien rápidamente tuvo una idea para espantar a Benandonner.
La idea de Oonagh era que Finn se metiera en la cuna, para pasarse por un bebé.
A continuación, Oonagh abrigó bien a Finn con ropas de bebé. Poco después, Benandonner llamó a la puerta. Los golpes retumbaron en el interior de la vivienda como los truenos de una descomunal tormenta.
Benandonner, enfadado no paraba de gritar, así que Oonagh abrió la puerta y le comentó que Finn no estaba en casa ahora, y que no gritara más que iba a despertar a su hijito, más tarde, Benandonner, desconcertado ante aquella mujer, entró en la casa sin saber que decir.
Cuando entró, quiso decir algunas palabras pero Oonagh le dijo que bajara la voz, que el bebé tiene un sueño muy ligero y no quería que se despertara.
Sin hacer ruido, Benandonner se acercó con curiosidad a la enorme cuna. Oonagh comprendió que aquel era el momento que esperaba y destapó un poco al falso bebé. Entonces, Benandonner vio a una criatura de tamaño colosal, apenas un poco más pequeña que él.
El robusto benandoner sintió pánico. Si el hijo de Finn era así, no quería imaginar cómo sería el padre... ¡Había calculado mal las fuerzas de su enemigo! Sin duda, el gigante del condado de Antrim era muy superior a él. ¡Y estaba a punto de llegar!
Benandonner decidió que era el momento de escapar de allí. Así que retrocedió de puntillas para no hacer ruido y, sin despedirse de Oonagh, echó a correr como alma que lleva el diablo.
En su veloz huida, Benandonner destruyó con la fuerza de sus pisadas el camino de piedras que cruzaba el mar .Solo quedaron algunas gigantescas rocas al comienzo, junto a la orillas de la verde Irlanda. Desde entonces, aquel camino de enormes columnoas que se adentra en el mar se llama la Calzada de los Gigantes, en recuerdo de Finn y de Benandonner.
Opinión: No me ha gustado demasiado, porque no me parece bien que los gigantes se pelearan entre si, para ver quien era el gigante más fuerte.
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