lunes, 3 de noviembre de 2014

CUENTO DE TERROR

TÍTULO: MONSTER HOUSE


Unos días antes de Haloween, en un barrio de Inglaterra, vivía un niño llamado Juan. 
En frente de donde él residía, había un anciano que daba mucho miedo, siempre asustaba a los niños y les gritaba. Juan siempre le estaba espiando y veía que no era una persona muy normal. Él notaba que abuelo junto con su casa eran muy raros:

El mejor amigo de Juan, Spike, fue a su casa a hablar sobre la fiesta de Haloween. Ese mismo día, los dos notaron algo raro en la casa de enfrente:
Una niña, que pasaba por allí tranquilamente paseando con su triciclo, pisó sin darse cuenta el jardín del anciano, seguidamente, el anciano la vió y salió muy cabreado. Él estaba tan enfadado que le quitó el triciclo a la pequeña, y lo puso en su casa. Siempre que los niños pasaban por allí, y pisaban su jardín y llevaban juguetes, siempre se los quitaba.

Entonces, un poco después de lo sucedido, los dos niños empezaron a hablar entre ellos:
- Mira Juan - dijo Spike.
- He notado como si la casa tuviera dientes para masticar el triciclo que "el viejo loco" ha metido en su casa.

- Que tonterías dices, como una casa va a masticar un triciclo - dijo Juan al escuchar lo que le dijo su amigo.

- Puede ser, ya sabes que llebamos meses investigando sobre el anciano, y por cierto, ¿cómo se llama él? - dijo Spike.

- Eso no tiene que ver nada, aunque es un poco sospechoso en la manera que actúa. Y se llama John. Se le nota un poco deprimido, pero no se porque, si siempre le está gritando a los niños, parece que para él es divertido.

Ese mismo día, estaban jugando con la nueva pelota de Spike,  Juan le dió tan fuerte que la mandó al jardín de John. Los dos se asustaron mucho, porque ellos creían que no iban a volver a ver su pelota. Y fue así como ocurrió.

Los dos, sigilosamente, sin que el anciano se enterara, fueron al jardín a ver si conseguían coger la pelota. Pero fue imposible, John salió detrás de ellos muy enfadado.

A la casa, le salieron dientes, y las ventanas se le rompieron, se puso muy furiosa, y la alfombra que tenía en el recibidor se convirtió en una lengua gigantesca.

Los dos niños, salieron aterrados después de lo sucedido; a la mañana siguiente empezaron a investigar más cosas sobre la casa, cuando empezaron a espiar a ver lo que hacía John, vieron a una chica que iba repartiendo "galletas scaut", a Juan y Spike les pareció  que era muy guapa.

Los dos, al verla que iba a entrar a la casa de John salieron corriendo para poder salvarla, ellos mientras que se iba adentrando por el camino que iba hasta la puerta de entrada, vieron que la casa se estaba alegrando de que iba una persona para poder comérsela. Pero antes de que hubiera sucedido algo peor, Juan y Spike la salvaron a tiempo:

Juan y Spike, para salvarla gritaron:

- ¡¡Espera!! - dijeron los dos chicos a la vez.
- ¡No ves que te quiere comer!

La chica no se lo creía, pero le estaban haciendo un favor muy grande. 

- Si claro - dijo la chica.
- Voy a hacer caso a dos "friquis" como vosotros.

- Pero es verdad - dijo Juan.
- A nosotros casi nos como ayer, y no es mentira, la vimos con nuestros propios ojos .

Después, de que la casa atacara a la chica, John saliera muy enfadado, la niña se lo creyó todo:

- ¡Vale, os hago caso, lleváis razón, tenías razón en  lo que decíais - dijo la chica.

- Y por cierto, ¿cómo te llamas? - dijo Spike.

- Me llamo Vanessa, y tengo once años, reparto como ya habéis visto galletas a toda la gente que quiera comprarlas.

Al final de todo, los tres chicos se hicieron muy amigos, Juan y Spike, le contaron a Vanessa lo que quería hacer, es decir, la investigación que iban a hacer.

Antes de conocer a la chica, John se enfadó con Juan porque estaban jugando en su jardín, el anciano cogió al chico y al subirlo para arriba para demostrarle lo enfadado que estaba se cayó, porque se quedó sin fuerza y al caerse se desmayó. Los dos chicos, porque Spike también se encontraba allí presente llamaron a la ambulancia para que se lo llevaran al hospital, y la casa porque como estaba viva no quería que se lo llevara, por eso reaccionó así con Vanessa.

Muchos días después, antes de que viniera John del hospital, lo chicos entraron a la casa sin que nadie se enterara. 
La casa al verlos, se enfadó mucho, y empezó a chupar cosas que había en la calle, por ejemplo: sillas, basura cristales; todo eso iba a el "estómago", que supuestamente tenía ésta.

Para no caerse tuvieron que agarrarse fuerte a las puertas que había dentro de la casa, si se caían, no volvían nunca más a ver la luz del sol, porque es como si fuera a comérselos una persona de verdad.

Los chicos muy asustados se dividieron para explorar aquella casa por dentro:
- Mirad chicos - dijo Vanessa.
-¿Habéis visto eso?, es como si fuese la campanilla de una persona, pero en vez de estar hecha de carne, está hecha de farolillos rojos. 

- Ya, es bastante raro - dijo Spike.

- Haber, si le echamos agua, ¿qué pasa? - dijo Juan. 
- Vamos a comprobarlo.

Vanessa, le echó agua con una de las pistolas que llevaba, y que pasaba cuando le echabas agua, pues nada, que solo se ponía muy furiosa y te quería comer, y con los ojos miraba hacia atrás, como si fueran linternas verdes con las ventanas; una cosa muy rara.

Cuando terminó aquello, Spike se calló por una especie de tobogán que había enfrente de una puerta, Juan y Vanessa, para salvarlo se tiraron por el también.

Allí, vieron todos los juguetes que "señor" John le había quitado a todos los niños que entraban en su jardín.

Cuando estaban allí, vieron una jaula donde se encontraba un cuerpo, era el cuerpo de la mujer del señor, era cierto que la había matado pero no era así. Cuando entraron a la jaula, vieron que la mujer estaba cubierta de cemento:

- Mira Spike - dijo Juan.
- Era cierto que John había matado a su mujer, pero no quería admitidlo, y ahora, aquí tenemos la prueba.

- Si es verdad - dijo Spike.

- Pero, ¿como sabéis todo esto de él?, solo es un pobre viejo que está loco, y su casa está vida - dijo Vanessa.

Pero la historia de que John había matado a su mujer no era cierta, fue otras razones, que ahora explicaré.

Cuando lograron salir de allí, John, acababa de venir del hospital y los vio que salían de su casa, eso no le gustó nada y se enfadó mucho con los niños. 

Al verlos, y la casa a ver a su dueño, John, la casa se convirtió en un monstruo, los árboles que tenía a alrededor se convirtieron en sus manos y también le salieron patas. 

John al verla, también se asustó mucho, pero como era a su casa, empezó a hacerle cumplidos:

- Hola bonita, cuanto tiempo sin verte, ya te echaba de menos mucho, tienes que tranquilizarte un poco, no queremos hacerle daño a nadie - dijo John.

- ¡¡Señor John!! ¡Aléjese, es muy peligroso! - dijieron los tres niños a coro. 

El señor John, para que los niños se lo creyeran les contó una historia. La historia de la casa era esta:
Hace mucho tiempo, cuando el señor John era joven, un día, él fue al circo; allí conoció a una persona muy especial para el, era una mujer que trabajaba en el circo, estaba muy gorda y todo el mundo se reía de ella.

Para el señor John le gustó mucho, le pareció guapa, cuando terminó la función, a la chica, la encerraron en una jaula. Él al verla le dijo:

- Hola, me llamo John, ¿sabes qué?, yo te puede sacar de esta jaula, y si quieres te puedes venir conmigo.

La chica aceptó, y los dos se fueron a vivir juntos. Cuando estaban haciendo su casa, era el día de Haloween. En aquel entonces el señor John era muy amable y amigable con los niños, pero su mujer no.

Unos niños que había por allí, se acercaron y empezaron a tirarle huevos a la mujer de John.

A ella, no le gustó nada eso y de lo enfadada que estaba empezó a echarse para atrás y se calló donde se estaba llenando de cemento. 

Yo no la maté - dijo él.

Fue ella que se calló y permaneció allí durante muchos años hasta ahora, por eso la casa estaba viva y ahora se mueve.

Y como ella era desagradable con los niños, se me pegó al verlos que se acercaban a mi casa, desde que ella murió, fue como si se apagara una luz interior. La he echado de menos mucho. 

John acabó de contarle la historia a los niños, y fue así como lo entendieron mejor todo lo sucedido.

- Señor, lo sentimos por decirle durante todos los años - dijeron Spike y Juan.

- Ahora lo entendemos todo mejor - dijeron los chicos.

Bueno, vamos a estar a lo que estamos:

La casa seguí muy furiosa, y John, al final de todo no pudo controlarla, la casa los persiguió, todos no sabían que hacer, el anciano como ya era muy mayor, no podía seguir corriendo y se paró enfrente de unas casas.

Pero la casa no quería ir a por él, ella quería a los niños. Los tres, Vanessa, Spike y Juan, corrieron hasta un vertedero que había por allí cerca. 

Una vez allí, los chicos tuvieron un plan, cogerían las máquinas que había allí para intentar destruirla, pero necesitaban algo más.

Una voz que se escuchó de lejos dijo:

- ¡¡Chicos!! Tomad esto, con esta dinamita podréis destruirla, tenéis que echarla por la chimenea para poder destruirla mejor.

El que lo dijo fue el señor John, aunque a él le dolía más, porque era su casa pero tenía que hacerlo, porque no quería hacerle daño a nadie, no quería causar más problemas.

Al final de todo esto, los chicos y John consiguieron destruir la casa, y todos los juguetes que había quitado a todos los niños, como era la noche de Haloween los devolvió todos, y todo el mundo acabó muy feliz y todos se hicieron muy amigos. Sobre todo John, Spike y Juan.

FIN

AUTORA: María Pérez Férnández

2 comentarios:

  1. María perdona pero esta historia no te la has inventado tú, es una película que la emitieron el día de halloween, y que todos conocemos y que está en internet.

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