jueves, 27 de noviembre de 2014

EL RECUERDO DE UNA ENFERMEDAD

La enfermedad que yo recuerdo fue cuando me rompí el brazo.

Estábamos jugando en multideporte encima de las colchonetas todas las niñas juntas, yo cuando estaba subida perdí el equilibrio y me caí de culo, yo no recuerdo nada, porque al caerme me desmayé un poco y cuando me desperté ya tenía el brazo roto.

Cuando se lo dije a mi madre, rápidamente me llevó a urgencias y allí me informaron de que lo tenía roto y tenía el hueso un poco desplazado, para que no se me desplazara más me liaron un poco la mano y me mandaron a Úbeda.

Una vez allí, estuve rato esperando hasta que llegó mi turno, entre a una sala y allí me vio el médico que había, para comprobar mejor que lo tenía roto, empezó a moverme el brazo y al verme me mandaron otra vez a la sala de espera, allí había mucha gente enferma, o embarazadas. Más tarde de verme el médico me mareé, porque al moverme el brazo eso no me sentó nada bien, cuando me mareé me llevaron a una sala de allí y empezaron a hacerme aire y al salir me sentaron en una silla de ruedas.

Más tarde, fui a hacerme una radiografía, y descubrí que se me había el radio, y lo tenía un poco desplazado hacia afuera. 

Seguidamente, me dijeron que tenía que operarme, tenía que entrar en el quirófano, y yo al escuchar eso no me sentó muy bien, se me saltaron las lágrimas del miedo que tenía.

Cuando me operaron y salí del quirófano me notaba un poco rara con la escayola, y además me llegaba por encima del codo y picaba un montón, lo que menos me gustó fue porque pesaba mucho y cuando me picaba me moría, porque no podía rascarme con nada, pasaba ratos muy malos.

En el hospital estuvo dos días y al tercero volví a mi casa. Allí me recibieron mis abuelos y mi prima Cristina, al enterarse que estaba en el hospital, me hizo una tarta riquísima de oreo, para que cuando llegara me sintiera feliz.

Con el brazo roto te impedía muchas cosas, como no jugar con tus amigos en gimnasia, salirte a la calle, y al comer no poder trocear la comida...

Al final de todo, cuando ya había superado casi la "etapa" el brazo roto, fui al médico, aunque antes también iba, a que me quitaran la escayola, yo en ese momento pensaba que al quitármela iba a doler mucho, pero cuando fui allí no tenía miedo, porque descubrí que me la quitaban con una "mini sierra", por decirlo así que te hacía muchas cosquillas...

Al quitármela tenía que ir con mucho cuidado, porque aún el brazo estaba un poco débil, por decirlo así; porque me había recién quitado la escayola. Y cuando pasó un tiempo, por fin empecé a hacer gimnasia y a jugar con mis amigos en el recreo a fútbol. 

Y eso es lo que yo recuerdo de cuando me rompí el brazo, espero que os guste, MARÍA

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